Xantolo, Día de los Muertos en la Huasteca

Miercoles a las 5 de la mañana salíamos de San Luis con un grupo de 11 personas, rumbo a la ya famosa Huasteca. Ustedes dirán ¿a la Huasteca denuevo? pero debería conocer otra cosa.... bueno, la Huasteca es grande y bonita y tiene miles de cosas que conocer... asi que valía la pena volver. Además era día de muertos, que si bien se celebra en todo México, en la Huasteca hay tradiciones locales muy padres (como dicen aca), osea... mucho very tipical que ver.... asi que si había que pegarse el pique.

Desayunamos en Ciudad Valles (nuestro punto de reincidencia en el viaje anterior). Despues de unas 6 horas de viaje en auto dejamos nuestras cosas en el hotel y parque acuático Coy y partimos a Tanquián de Escobedo a ver a bailar a los Huehues. ¿Que son los Huehues? Bueno... lugareños disfrazados de monstruos, muertos, travestis o políticos. Chistoso pero cierto. No se usa que bailen las mujeres... no corresponde en la tradición. Asi que el género masculino de la población se disfraza a gusto y sale a la calle a bailar comparzas al son de la música que tocan 3 músicos apáticos. Bailan desde el 31 de octubre hasta el 2 de noviembre. No de corrido claramente... pero lo que les permitan sus fuerzas y sus deberes laborales (no todos pueden darse el lujo de dejar de trabajar). ¿Para que? Bueno, pues para celebrar a los muertos, a sus seres queridos que partieron hace tiempo o los recientes.... algunos hacen mandas en las que se comprometen a bailar las comparsas 7 años siempre para estas fiestas... y siempre con el mismo personaje.
Despues amorzamos algo ahi mismo y ya a lo que había oscurecido (tipo 7 de la tarde) nos fuimos al panteón (cementerio en mexicano) a ver más festividades. Mucha gente en el cementerio... hartos disfrazados, iban a bailar y a dejar ofrendas en varias tumbas. Mucho turista tambien... que estaba ahi nada más que con cámara en mano con cara de alusinado. 11 de ellos decidimos partir al poco rato a ir a otro panteón que según el Cínico (digamos que es el guía espiritual del viaje) estaba muy bonito y tenía mejores fiestas. Asi que nos subimos a los autos y partimos a una localidad a la que no le recuerdo el nombre, pero que queda entre Axtla y Matlapa.
Despues de unas 2 o 3 horas de viaje por la sierra huasteca (comprenderán que los caminos no son del todo "optimos") llegamos al famoso panteón, donde no había nadie. Preguntamos a un incauto que iba pasando, y nos dijo que la fiesta había sido el día anterior... asi que cuello. Bueno... sin aguitarnos (arranarnos, bajonearnos) nos metimos al panteón igual a sacar fotos. Estabamos ahí y a unos 500 metros empezaron a tirar fuegos artificiales (bueno fueguitos artificiales... petardos más bien) asi que por lo menos tuvimos espectáculo pirotécnico.

Luego... de vuelta al auto, a Axtla a comer unos tacos para matar el hambre. Yo ni comi... con tanta vuelta y el resfrio tenía ganas de vomitar... asi que me aliviané en la plaza de Axtla de las Terrazas por un rato. Luego al auto y un par de horas para llegar a alojar al famoso Coy, donde habíamos dejado todas las cosas.

Jueves por la mañana (bueno... "mañana"... nos movimos casi a las 12) nos fuimos del Coy y fuimos a desayunar a Aquismón. Luego, unas 4 o 5 horas hasta San Martín de Chalchicuautla (pinches nombres impronunciables). Llegamos como a las 5 de la tarde, justo cuando empezaba la demostración de las comparsas de la zona. Estos eran más tradicionales que los huehues que vimos en Tanquián. Se veían menos máscaras plásticas y más máscaras de cuero y madera. Estaba repleto de gente, disfrazada para bailar y turistas viendo el espectáculo. Impresionante, colorinche, multitudinario y ruidoso.

Sacamos miles de fotos y mucho video.... para que comprendan la "escuza" del viaje, es que 7 de las personas que iban habían sido alumnos del Cínico en clases de fotografía de un lado u otro. Luego, otros tres trabajan en el CANTE (centro de arte y nuevas tecnologías) asi que iban "trabajando"... y bueno, yo iba de turista profesional ;)
Cuando ya se acababan las demostraciones de las distintas comparsas, agarramos buena onda con un caballero del pueblo (disfrazado de vieja) y nos invitó a seguir la celebración a su casa, que es donde iba toda su comparza. Asi que partimos.... al very tipical party. Comimos zacahuil (que es un tamal (humita) gigante), tomamos cerveza, jobito y tequila. Cantamos canciones mexicanas, bailé al son de los músicos apáticos y tipo 1 de la mañana emprendimos la fuga. Nos fuimos a 40 o 50 horas de camino a alojar a Tamazunchale.... lo más a la esquina del estado.

Viernes: desayunamos en Tamazunchale y partimos rumbo a Xilitla, pasando antes al castillo kitch de Beto Ramón. Un curandero herbáreo huasteco que en imitación a Edward James se construyó un castillo pelacable y lo pintó más bizarramente todavía, donde se dedicaba a cultivar hierbas con poderes curativos. Luego, rumbo al castillo que ya conocímos el viaje anterior. Llegamos tipo 6 de la tarde a Xilitla y chispeaba, asique no había ni mucha luz ni buenas condiciones para sacar fotos o filmar. Comimos y nos dimos una hora y media para recorrer lo que quisieramos. Despues de eso, 5 de los 11 decidieron regresar a San Luis, como lo estipulaba el itinerario inicial. Yo abogaba por quedarnos... estaba agotada y el castillo me fascina, asi que el Potorro (Omar, no me se el apellido, pero trabaja en el CANTE) se consiguió que su tía nos hospedara en una casa al lado del castillo, y ya... ahi nos quedamos la noche.

Sabado fotografiamos y filmamos casi a gusto. Para despues comenzar a emprender el regreso. Pero no sin antes pasar a Aquismón para ir a ver las cuevas de Mantezulel. MUUUUY lindas y muuuuy colgadas arriba del cerro. Pero definitivamente valen la pena. Se nos hizo noche y emprendimos el largo retorno a San Luis. Calculábamos llegar tipo 2 de la mañana, pero el cansancio y la neblina decidieron lo contrario y llegamos a esa hora recién a Rio Verde (todavía a unas 3 horas de San Luis).... asi que ahí nos quedamos a dormir, muy a pesar de las muchachas con las que aún andábamos.

Domingo, las muchachas partieron de madrugada en bus. De los 11 iniciales, 3 de nosotros nos demoramos otro poco, desayunamos tranquilamente y regresamos, llegando a San Luis tipo 4 de la tarde, hediondos, agotados y con el trasero plano.